martes, 4 de agosto de 2015

Venezuela, donde tus amigos gays no pueden donarte sangre

Félix Fernández es un hombre gay, joven, que goza de buena salud, tiene su pareja desde hace 6 años y un mes. Actualmente, ni él ni nadie en su entorno necesitan de una donación de sangre. Sin embargo, se plantea el caso de que requiera de algún tipo de transfusión sanguínea.

–¿Qué va a pasar conmigo si enfermo? Vivo en otra ciudad a donde me vine con mi pareja, alejado de mi entorno familiar, y la familia de él no me acepta, es decir, no me donaría sangre. Mi pareja no puede porque tuvo hepatitis cuando niño. Mis nuevas amistades son activistas de la organización Orgullo Guayana, a quienes les impedirían donar sangre (a menos que nieguen su orientación sexual). Si llegase a necesitar donantes me las vería muy mal porque tendría que apelar a voluntarios.

También está el caso de que él desee contribuir con su sangre para salvarle la vida a una persona: “Sería excluido, acaso ¿mi sangre no vale?”


Esta es una realidad para las personas homosexuales en Venezuela, tal y como lo refiere en su página web la Sociedad Venezolana de Hematología, donde se especifica, claramente, en la categoría de quienes no pueden donar sangre a los hombres que hayan tenido sexo con hombres.

Aunque no se menciona el caso de las mujeres, en conversaciones con una trabajadora de un banco de sangre de la Isla Margarita se conoció que queda a discreción de la persona que tome la muestra decidir si descarta o no a un potencial donante por considerarlo riesgoso, grupo en el que se incluiría a la mujer lesbiana.


En otra conversación con una persona vinculada al área de la salud y lesbiana, la opinión es contundente: “para no ser discriminado debes cambiar la actitud que te puso en primer lugar como factor de riesgo. La realidad es que los gays en su mayoría son promiscuos y en estos momentos que vive el país sin reactivos no se pueden dar el lujo en los bancos de sangre de perderlos con personas que representen un riesgo. Si quieres donar sangre debes mantener tu vida privada como privada. Créeme que eso es una pelea pérdida porque tiene su lógica, causa y justificación. Es ser objetivo y con la salud se debe ser objetivo”.


MI SANGRE TAMBIÉN VALE

Ante esta situación que impera en el sistema de salud venezolano, la Asociación Civil Orgullo Guayana, ubicada en el sur del país, viene realizando desde el año 2008 una serie de peticiones ante organismos públicos como la Defensoría del Pueblo y el Consejo Legislativo Regional de Bolívar a fin de que se le permita a la persona homosexual donar sangre. Además, hace talleres de formación y actividades de calle.

El más reciente comunicado enviado en julio de este año estuvo dirigido al defensor del Pueblo, Tarek William Saad, en el cual le expresan que, además de ser un flagrante atentado contra la dignidad humana, el impedirle a los homosexuales donar sangre contraviene el artículo 21 de la Constitución Bolivariana de Venezuela y la sentencia 190-2008 dictada por el Tribunal Supremo de Justicia.


MAS ALLÁ DE NUESTRAS FRONTERAS

La sentencia de la Corte Constitucional de Colombia sobre el derecho a la igualdad y no discriminación de donantes homosexuales señala en una parte que:

El criterio de la homosexualidad en hombres para diferir la donación de sangre, es un criterio que tiene su origen en un marco histórico específico, el cual ha sido reevaluado en diferentes legislaciones con fundamento en información científica más reciente sobre las causas del VIH. En efecto, estudios científicos han mostrado que una de las formas de transmisión de la enfermedad son las prácticas sexuales inseguras, y no la orientación sexual de las personas en sí misma.

La restricción de donar sangre a los hombres homosexuales constituye por tanto una medida que no es conducente para lograr identificar a los donantes que configuran un riesgo, ya que va dirigido, no a los comportamientos sexuales riesgosos que son los que realmente están expuestos a una transmisión de VIH, sino a una calidad íntima de la identidad del donante, que per se no identifica riesgo alguno.

ESTADÍSTICAS

Ilen Mata, coordinadora del programa VIH/Sida del Distrito Sanitario I del Instituto de Salud Pública (ISP) informó en un taller que en el estado Bolívar (al sur de Venezuela) la concentración de VIH se da en adolescentes y adultos jóvenes, entre los 15 a 29 años de edad, con una proporción de 1.5 a 1 entre hombres y mujeres, respectivamente.

De acuerdo a la casuística observada se ha llegado a la conclusión de que se trata de una enfermedad por contagio heterosexual, lo que echa por tierra la creencia de que sea sólo homosexual, reseñó el portal Noticias 24.

“Si lo mantiene oculto no hay problema”, es la sugerencia. Es decir, la persona es de riesgo bajo si esconde su condición de homosexual. Al revelarlo, pum, se abre un abanico de prejuicios sociales condenatorios y discriminatorios que impide que pase el primer tamiz de selección al momento de la donación. En todo caso, debería prevalecer la concepción de que la orientación sexual no es lo que define el nivel de riesgo de una persona, sino el comportamiento sexual de cada quien, sea hetero, homo o bisexual. Por lo tanto, a nadie se le debe negar el derecho a donar, sino que a toda sangre debe aplicársele los análisis correspondientes con total rigurosidad.

Autora: Deysi Ramos. Fuente: http://sinetiquetas.org/2015/08/03/venezuela-donde-tus-amigos-gays-no-pueden-donarte-sangre/

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