martes, 12 de diciembre de 2017

Mi sexualidad al descubierto

Hablándome a mí, en realidad te hablo a ti

Por Danny Rousseau:

Hola. Soy Danny... Aunque se supone que sé de que hablar, la verdad no tengo idea de como comenzar, debería ser súper-sencillo porque ya tengo edad suficiente como para hablar libremente de lo que quiera.

La cuestión es que soy homosexual, aunque no estoy usando este medio para salir de ningún clóset, porque creo que todo el mundo lo supo antes que yo; razones por las que hoy soy defensor de los derechos sexuales y reproductivos, un tema para algunos fascinante y para otros un tanto más incómodo. Quisiera darte de ser posible algunas herramientas que te ayudarán  a entender el proceso del descubrir tu sexualidad. El tema del acoso es una y... que he aprendido a manejarlo desde mi infancia y es que cuando descubres que es verdad o, mejor dicho, que parece verdad todo aquello que te gritan en la calle o susurran cuando pasas, terminan plagándote de ideas tales como:

1. Eres la única persona así (eso te hace mínimo un extraterrestre, algo como para estudios).

2. Sentir lo que sientes es malo (por allí se cuelan uno que otro tema religioso y todas las demás frustraciones familiares que pareciera que recayeran sobre ti).

3. Deberías sentir vergüenza (entonces es cuando sientes que lo mejor para todos si no logras ser "normal" pues, que no existas...).

Y es que si no aprendes a lidiar con eso, te persigue de por vida, terminas como otros buscando comodidad en un clóset, escondido, tanto que te acostumbras y luego terminas escogiendo el tamaño que tendrá. Si, en serio, es que el clóset puede ser del tamaño de tu casa, de tu lugar de trabajo o estudio, del tamaño de la urbanización donde vives, de la ciudad, del estado y hasta del mismísimo país porque te tienes que mudar para poder respirar y decir por fin aquí me siento yo mismo...

Tengo que decir que mi posición respecto al clóset es algo muy personal porque también entiendo que no es nada fácil lo que la mente te dice que pasará una vez que te asumas a ti mismo y te digas: Me vale un comino lo que digan, sientan, o piensen acerca de mi sexualidad, porque resulta que yo, ya me acepté, me encanta como soy. Seguramente cambiaría algunas cosas o aspectos de mí pero solo para seguir sintiéndome bien conmigo mismo. Las opiniones y sentimientos adversos hacia mí, esa forma despectiva de verme, perdió total sentido porque no tienen poder o influencia alguna sobre mí vida porque soy el protagonista de mi historia.

Entonces... ¿En realidad crees que a tu vecino, prima, hermano, jefe o profesora le interesa tanto el desarrollo de tu sexualidad? ¿Alguna vez esas personas que mencioné te pidieron tu opinión sobre como viven sus vidas???  

¡Ojo! No es que no seas importante. ¡¡¡Lo eres!!!! Eres la persona más importante del mundo, díselo a tu espejo hasta que sientas la confianza de que tu andar lo exprese por ti.

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