sábado, 30 de agosto de 2014

Yeri... ¡Tal como soy!

Mi nombre es Yeraldin Aida Carruyo Urdaneta, pero muchas de mis amistades me llaman Yeri. Nací en Maracaibo, estado Zulia, el 9 de febrero de 1988. Soy la mayor de cuatro hermanos. Mi mamá me trajo a Ciudad Guayana cuando tenía 9 años de edad. Desde que tengo uso de razón siempre he sido un poco rebelde, me gusta hacer lo que yo quiero. Por eso mi mama dice que soy la oveja negra de la familia cuando quiere justificarse frente a otras personas.

Desde muy corta edad supe que me gustaban las mujeres. A los 15 años mi mamá se enteró por una llamada que le hizo la mamá de una novia que tuve en aquel momento. Al año siguiente no quise seguir mis estudios; por lo que me enviaron a vivir con mi abuela. Ahí conocí a una chica y nos hicimos novias. Mi abuela y mi tía se dieron cuenta e intentaron alejarme de ella. Con la determinación que me acostumbra, decidí irme a vivir con ella, y nos escapamos a Barquisimeto. Como estábamos escondiéndonos tuvimos que viajar a Caracas, Valencia, Ciudad Bolívar, durmiendo en los terminales porque no teníamos suficiente dinero. Hasta que llegamos a Ciudad Guayana y alquilamos una habitación en San Félix.

Vivimos un año en San Félix. Luego decidimos irnos nuevamente a Barquisimeto. Llegamos a casa de la mamá de mi pareja. Fuimos recibidas con mucho agrado pero con el tiempo las cosas fueron cambiando. Cuando tuve que ausentarme por una situación familiar, decidimos terminar.

A los 18 años tomé la decisión de prestar servicio militar en Maracaibo. Para esa fecha, conocí a mi actual pareja. Ella era menor de edad y su mamá me denunció en la LOPNA para separarnos.

No terminé el servicio militar debido a un accidente que me obligó a retirarme. Me residencié en Maracaibo, donde conocí a otra chica y a los meses comenzamos a vivir juntas. La relación no fue fácil, pero poco a poco fuimos llevando las cosas.

Al cumplir mis 20 años, quisimos tener un bebe pero ninguna de las dos queríamos estar con un hombre. Así que conversamos con un amigo que estuvo de acuerdo en donarnos su semen sin ningun compromiso. Quedé embarazada de mi primera bebé. El parto se me adelantó y ella nació con 28 semanas de gestación. Fue un parto algo delicado y casi la pierdo. Después de nacida mi bebé, mi pareja y yo terminamos.

Por cosas del destino, volví a reencontrarme a mi anterior pareja, cuando la volví a ver sentí lo mismo que había sentido años atrás. Cuando le dije que tenía una bebé, se sorprendió y pensó que me había casado. Pasando los días, comenzamos a salir y le aclaré que no estaba casada; también le expliqué como había hecho para tener mi bebé. Ella se alegró muchísimo, lo pude ver en su cara. Y me confió que seguía sintiendo por mí lo mismo desde hacía mucho tiempo. Pasó un año y me vine de nuevo a Ciudad Guayana. Ella se quedó en Maracaibo. No podíamos soportar la lejanía y a los dos meses se vino a vivir conmigo. Pensé que con ella también la relación terminaría porque nos separamos muchas veces.

Durante una de esas separaciones, conocí a un hombre que me enseñó a quererlo y decidimos estar juntos. Tuve dos bebés más. Finalmente, nos separamos porque íntimamente no llegaba a sentirme completamente a gusto. Volví a reconciliarme con mi pareja, ya que ella, a pesar de los inconvenientes y las dificultades, ha estado a mi lado incondicionalmente.

Actualmente tengo 26 años. Mi familia y, sobre todo, mi mamá aún se molestan porque actúo diferente.





Tengo un par de años escuchando y leyendo sobre ORGULLO GUAYANA. Nunca me había atrevido a asistir a sus invitaciones. Hasta hace unos meses, que decidí unirme a la Marcha CONTRA LA HOMOTRANSFOBIA en Ciudad Bolívar. La actividad me impactó y la experiencia me llenó muchísimo. Al compartir con el grupo, dejé de sentirme mal por ser quien soy. Al contrario, puedo sentirme orgullosa de ser LESBIANA y de formar una maravillosa familia con mis hijas e hijo. Desde entonces asumí el objetivo de ser ACTIVISTA porque entre la gente falta mucho para aprender a cuidarnos de la DISCRIMINACIÓN. Actualmente, coordino las Áreas de Atención: Guayana Libre de Bullying y Caminantes por Guayana. A pesar del poco apoyo que tengo de mi familia y de la persona que convive conmigo, seguiré avanzando sin importar cuántos obstáculos se me presenten en el camino. Sé que con perseverancia y dedicación puedo conseguir la meta que me he propuesto.

Ésta es mi biografía y aunque anteriormente cometí el error de pensar que la vida no valía la pena, hoy por hoy me he dado cuenta de que si ponemos de nuestra parte podemos hacer cosas valiosas y tener logros significativos.


Vive para que te vean ¡tal y como eres!
Yo digo NO AL BULLYING

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