sábado, 8 de noviembre de 2014

Yo quiero ser un superhéroe






Danny Rousseau
Mención Honorífica al Premio DDHH 2013 de la Embajada de Canadá

Me causa gracia ver las reacciones de la gente que me escucha hablar por primera vez... Si ahora les parece finita mi voz, tenían que haberme escuchado hablar cuando apenas era un niño. Imaginen lo duro que fue para mí recibir las burlas de compañeritos de la escuela.

Sólo me sentía seguro frente a personas adultas. Sabía que intervendrían en el momento que fuese molestado. El acoso no sólo era por mi voz, sino también por ser un alumno destacado académicamente; entonces escuché por primera vez, los ataques por mi orientación sexual sin siquiera yo conocerla, aunque los ataques fueron rudos y constantes, no lograron alcanzarme. Ya superado, comprendo que los acosadores también son víctimas de acoso en el hogar.

Remontándome  a mis recuerdos de infancia, escuchaba cómo muchos querían ser bomberos, policías, doctores... Yo pensaba que sólo quería tener superpoderes para defenderme.

Y reflexionando, creo que Defensor de Derechos Humanos no dista mucho de ser un superhéroe, aunque sin la capa. El detalle está que, cuando no tienes una capa, el luchar por la justicia se torna cuesta arriba, sobre todo si con frecuencia lo que significa ser "héroe" para algunos, para otros eres el "villano", un alborotador del orden de las cosas, que por ser común para una mayoría contundente se cree que es lo natural, entonces por reconocer lo que está mal y tratar de actuar, te conviertes en el enemigo del sistema, que por todos los medios procura mantener un orden cerrado e impuesto.

Es por ésta y otras razones que pensé que a los héroes históricos, aquellos que se atrevieron a desafiar el sistema para cambiarlo por uno más justo e inclusivo, reciben glorias y reconocimientos pero de manera póstuma, donde con alguna expresión del arte se recordara y agradeciera lo que para ese héroe costó sangre, sudor y lágrimas.

Recibir una mención honorífica, junto a otros grandes héroes, para mí, significa un espaldarazo, un reconocimiento y ¿por qué no? ese aplauso que te hace sentir que estás haciendo historia, marcando huellas por los que otros pasaran para emular y refinar aquello que un día se soñó, esos ideales que mejorarían el entorno y harán para quienes les ha tocado vivir duro, un vivir mejor.

Somos agentes de cambios, convirtamos el mundo en un ambiente donde quepamos todos, porque todos somos iguales en derechos y dignidad...

¡Qué vivan los nuevos héroes!

¡Arriba los defensores de Derechos Humanos!

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