Orgullo Guayana Solicitó Cese a la Homotransfobia Institucional en el Estado Bolívar
Orgullo
Guayana, comunidad GLBTI y estudiantes, hacen entrega a los diputados del
Consejo Legislativo la carta y las firmas solicitando el cese a la homofobia en
organismos gubernamentales del edo. Bolívar
La
homotransfobia institucional se refiere a las formas en que organismos
gubernamentales, empresariales, profesionales, educativos o religiosos nos
discriminan sistemáticamente por nuestra orientación sexual o identidad de
género. La estigmatización social atenta contra nuestra dignidad, dificulta la
integración social, el bienestar y el desarrollo personal de miembros de la
comunidad. Las agresiones de las autoridades son una violación a nuestros
derechos humanos aunque se apoyen en códigos o reglamentos que operan para
legitimar estas agresiones.
Sres.
Legisladores:
Consejo
Legislativo del estado Bolívar
Reciban
un cordial saludo de parte del colectivo de Gays, Lesbianas, Bisexuales,
Transexuales e Intersexuales (GLBTI) de nuestro estado. Hemos sido testigo del
trabajo que han venido realizando como legisladores y de la voluntad que tienen
para hacer cumplir las leyes. Por tal razón, no podemos quedarnos tranquilos
ante las vulneraciones a las cuales hemos sido sometidos. Nos hemos organizados
y tomado la iniciativa de acercarnos a ustedes para hacerles llegar nuestras
palabras sinceras:
Dentro
de colectivo GLBTI hacemos vida seres humanos de distintas clases sociales,
razas, profesiones, culturas y religiones, es decir que somos un gran número de
personas que diariamente estamos en la misma lucha que cualquier otra persona
para alcanzar sus metas. Aun así, hemos sido ignorados o agredidos no sólo por
miembros de las instituciones públicas que debieran ser garantes de nuestra
seguridad integral y acceso a los servicios de salud, sino incluso por otros
ciudadanos que, de una u otra manera, interfieren con nuestro disfrute de esos
derechos.
La
homolesbotransfobia institucional se refiere a las formas en que organismos
gubernamentales, empresariales, profesionales, educativos o religiosos nos
discriminan sistemáticamente por nuestra orientación sexual o identidad de
género. La estigmatización social es una forma de discriminación que atenta
contra nuestra dignidad, dificulta la integración social y, por tanto, el
bienestar y desarrollo personal de miembros de la comunidad. Estas agresiones
por parte de las autoridades constituyen una violación a nuestros derechos
humanos aunque se apoyen en códigos o reglamentos que operan para legitimar
estas agresiones.
La
homolesbotransfobia institucional nos afecta, cuando somos víctimas de crímenes
cometidos por aversión a los GLBTI y las autoridades procuradoras de justicia
actúan con indiferencia, desprecio y negligencia. Incluso, el prejuicio y el
repudio a la conducta homosexual llevan a culpar a la propia víctima y
justificar inconscientemente a los asesinos, quienes actúan con total
impunidad, bajo el amparo de una opinión pública que guarda silencio y no hace
presión para que se investigue y esclarezca este tipo de crímenes. La omisión
refleja una clara connivencia o negligencia en la defensa de los derechos de
todos los ciudadanos y ciudadanas.
Para
nadie es un secreto que cuando vamos a los organismos de seguridad pública a
colocar denuncias por delitos o violaciones a nuestros derechos humanos somos
objetos de burla por parte de los funcionarios públicos, llevándonos de un
lugar a otro para exhibirnos como si nos tratáramos de fenómenos de circo y los
demás también disfruten del “espectáculo”. Cuando somos acusados de actos que
otros consideran contrario a las buenas costumbres, los agentes de la seguridad
ciudadana nos abordan con un lenguaje intimidante, donde el chantaje no se hace
esperar y en muchos casos incluye la solicitud de dinero y/o favores sexuales
con el supuesto de evitarnos el proceso judicial y el consabido escarnio
público o familiar.
La
homolesbotransfobia nos afecta, cuando acudimos a los hospitales y el personal
de la salud nos identifica como GLBTI y nos trata como propiciadores de
enfermedades infectocontagiosas, rechazando, aislando y maltratándonos con
gestos de repulsión y asco, apartando en ocasiones las prendas de vestir con la
ayuda de objetos inusuales con tal de evitar tocarlas o negándonos la
administración de medicamentos e información útil para nuestro tratamiento.
Como
revolucionarios nos vemos en la obligación de hacer autocríticas al proceso y
dado que los derechos impactan en la salud individual y colectiva proponemos:
1.
Seleccionar cuidadosamente al personal que trabaje en asuntos de seguridad y
salud pública. La formulación y ejecución de políticas públicas de empleo
dirigidas a erradicar la discriminación por parte de los entes gubernamentales
hacia miembros de nuestra comunidad, que apoyen y patrocinen la reinserción
laboral de personas transgéneros y transexuales, para lograr un avance visible
en la despatologización de esta variante de nuestra sexualidad. Cabe destacar que
las trans son el grupo más vulnerado pues su rechazo comienza en el hogar y
continúa en las instituciones públicas y privadas impeliéndolas a sobrevivir
como servidoras sexuales en las vías públicas donde están expuestas a ser
blanco fácil de abusos y crímenes.
2.
Implantar un nuevo protocolo de atención a las personas GLBTI no estimagtizante
y apegado a los Derechos Humanos que garantice nuestra cobertura sanitaria
integral y acceso a la justicia. Adoptar campañas de sensibilización y
orientación a todo el personal que labora en la gobernación, alcaldías, comunas
y otros entes gubernamentales como medidas de instrucción y adiestramiento para
mantener el respeto a la autonomía del individuo a sus creencias y
preferencias.
La
presencia de actitudes prejuiciadas en las instituciones de salud y seguridad
disminuyen la posibilidad de ayuda a los miembros GLBTI y generan desconfianza
que obstaculiza las políticas de educación y prevención de delitos o afecta la
credibilidad del sistema, impide que los usuarios accedan voluntariamente a los
servicios, y atenta contra el derecho al bienestar y conociendo que no hay nada
más democrático que las enfermedades esto no sólo termina afectando a los GLBTI
sino a toda la sociedad.
En
base a lo dicho, en reiteradas ocasiones, por nuestro presidente Hugo Chávez es
necesaria la inclusión dentro de nuestra nueva política y para ello se debe
eliminar todo tipo de discriminación y homofobia institucional. El líder de
esta revolución en una ocasión dijo: “los homosexuales también tienen sus
derechos”, esto fue en el Aló Presidente 131. Es hora se avanzar en materia de
inclusión.
Como
órgano gestor de un estado tan colmado de nuestra colectividad GLBTI es
menester ser pioneros en el avance referente a esta materia. Este gobierno nos
habla de reivindicaciones e inclusión y queremos formar parte de una política
que gestiona a favor de todos y todas, sin discriminación. Contar con su apoyo
es indispensable en esta lucha y sabemos que ustedes pueden coadyuvarnos para
lograr estas metas en beneficio de todas y todos. Hay que avanzar por un mismo
sendero, sin perder la semántica de lo que queremos, una Venezuela que
realmente sea de todos.
Las
organizaciones y personas abajo firmantes venimos a requerir al Consejo
Legislativo del estado Bolívar el cumplimiento de sus deberes y exigimos que se
modifiquen y deroguen las ordenanzas segregacionistas existentes. Así, pedimos,
en un primer gesto de igualdad y no discriminación: Que se establezcan
disposiciones claras y precisas, que incluyan órganos de protección específicos
y sanciones severas, en caso de discriminación por razón de orientación sexual
o identidad de género en todas las actividades humanas, incluyendo sin
limitación: educación, salud, seguridad social, vivienda, deportes, trabajo y
otras.
A
esta carta anexamos las firmas de sólo una parte de la ciudadanía que estará al
pendiente de todo el apoyo que ustedes den para atacar el flagelo de la
discriminación y la homofobia en cualquier recóndito de las instituciones
gubernamentales a su cargo.
Contamos
con ustedes,
Por
Asociación Civil Orgullo Guayana:
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